El pasado diciembre, la producción industrial presentó una contracción interanual del 2,8%, y una baja del 1,1% con respecto al mes anterior indicando, con este resultado, que la industria acumuló una caída del 4,9% durante todo el 2016.
SECTORES
Los sectores que traccionaron hacia la baja a la actividad fabril durante el año pasado fueron la producción de metales básicos (-15,1%) por la menor producción de acero (-17,9%); los minerales no metálicos (-13,1%) por la caída en la construcción (-12,7%) y la industria automotriz (-10,2%) por la baja del 20,8% de las exportaciones.
El sector metalmecánica cayó un 8,5%; y el sector de edición e impresión un 6,2%, reflejando que la producción de libros retrocedió 49% en 2016.
La contracción de la producción industrial en 2016 estuvo asociada a múltiples factores. Por un lado, el escenario internacional donde el comercio global está relativamente estancado 2 y Brasil, principal socio comercial, cerró el año con una caída cercana al 3,5%. Por el otro lado, la economía comenzó 2016 reordenando desequilibrios heredados como el cepo y la falta de reservas que afectaron el desempeño industrial durante el primer semestre del año. Finalmente, la extensión en la contracción del mercado interno, el aumento de los costos, y sobre todo, las elevadas tasas de interés en conjunto de una mayor presión importadora en determinados rubros impactaron negativamente en la producción local.
PRODUCCIÓN TRIMESTRAL
Si tomamos en cuenta la producción industrial de 2016 por trimestres se observó una baja en todos ellos, aunque con procesos diferenciados. Por un lado, durante el primer trimestre, la actividad descendió 0,8% traccionada por el sector automotriz (-18,1%), metales básicos (-14,4%) por la caída del acero (-17,3%), metalmecánica (-13,1%) y minerales no metálicos (-5,8%), compensada por el sector de alimentos y bebidas que aumentó impulsado por las mayores liquidaciones de soja (+61,3%).
La contracción de la actividad industrial se profundizó durante el segundo (-6,9%) y el tercer trimestre de 2016 (-7,1%), con la mayoría de los bloques industriales cerrando estos periodos con menor producción que en el mismo trimestre del año anterior. Durante el cuarto trimestre se observó una mejora relativa los trimestres anteriores en términos interanuales (-4,5%) y una suba con respecto al tercer trimestre de un 1%.
La mayoría de los sectores desaceleraron las tasas de las caídas en términos interanuales por dos razones: en algunos bloques comenzaron a registrarse mayores niveles de producción y las bases de comparación a fines de 2015 ya eran relativamente bajas.
Según el INDEC, la utilización de la capacidad instalada promedio en la industria manufacturera el año pasado fue del 64,5%. Los sectores que en promedio utilizaron una menor proporción de su capacidad instalada fueron la industria automotriz (47,1%), metalmecánica (53,5%) y edición e impresión (56,9%).
Para el 2017 se estima que la industria crezca entre 1% y 2%, dado que la base de comparación es baja. Si bien el escenario internacional en materia comercial presenta más incertidumbres que certezas, Brasil no traccionaría la producción local porque experimentaría un crecimiento muy bajo, pero al menos dejaría de caer. La industria de transformación brasileña acumuló un 18,9% de caída en los últimos tres años, habiéndose retrotraído al nivel del año 2003.
Por otro lado, si bien el aumento del consumo interno potenciaría la producción local, así como los planes de infraestructura públicos y privados podrían impulsarían sectores vinculados a la construcción, esto se da en un marco de costos crecientes. Los costos logísticos aumentaron 41,3% el año pasado, los energéticos entre 60% y 600%, de acuerdo al tipo de usuario, los salarios 33%, los insumos importados 32,7%, y el precio del gasoil 33% . Si se repite esta dinámica, con los precios de la energía que ya aseguran un piso de un 60% de incremento en este año, en un contexto de comercio global estancado y exceso de producción en Asia (particularmente por el menor crecimiento de China), la recuperación industrial será aún más complicada. Serás claves las modificaciones en materia crediticia, tributaria y comercial para potenciar la producción industrial.
EMPLEO
El empleo registrado en el sector manufacturero exhibió en noviembre 2016 una contracción interanual del 3,9%. La pérdida de empleos registrados en la industria fue de 48.480 puestos entre noviembre de 2015 y noviembre de 2016.
Un aspecto positivo es que el comercio exterior, tras cuatro años de caídas consecutivas en las exportaciones – tanto en dólares como en cantidades -, en 2016 estas crecieron un 1,7% i.a. en valores alcanzando los USD 57.737 millones y en cantidades el aumento fue aún mayor igual a 6,6% i.a. Si bien este cambio de dinámica denota que se tocó un piso en la caída de las ventas externas argentinas, aún 5 de los registrados en 2011 momento previo a la baja de las exportaciones.
EXPORTACIONES E IMPORTACIONES
Las exportaciones de manufacturas de origen industrial en 2016 se encuentran 41,7% por debajo de 2011, es decir USD 12.028 millones menos, con casi la mitad explicada por la caída de las exportaciones a Brasil. En 2016, la recesión brasileña continuó jugando un rol determinante en las menores exportaciones argentinas para 2016 a la vez que la recuperación en el margen que viene exhibiendo influyó en los mejores resultados observados en los últimos meses para algunos sectores industriales de exportación. En el año las exportaciones con destino a Brasil cayeron un 10,6% i.a. y está caída se profundiza para los bienes industriales (-17,5% i.a.). A su vez, cayó la participación de Brasil en las exportaciones totales (retrotrayéndose a un porcentaje similar al del 2003).
Las importaciones cayeron en un 6,9% i.a. en valores y fueron de USD 55.610 millones. Esta caída vino dado por los menores precios de los bienes importados (-10,4% i.a.), mientras que las cantidades aumentaron en 3,8% i.a. En el último trimestre del 2016 se observa una desaceleración de la caída de los precios de importación que de continuar, junto con el aumento de las cantidades de bienes importados que se viene registrando desde mediados de 2015, puede contribuir negativamente al resultado de la balanza comercial. Los rubros con los mayores aumentos en las cantidades importadas fueron: los de bienes de consumo (+17% i.a.) y la de vehículos automotores de pasajeros (38,5% i.a.).